Por Ayelen López, estudiante de bachillerato*
Ahora sus raíces pertenecen al aire…
Viajó por un sendero y esparció su aroma,
en su tronco hay vida eterna,
hay pasados colgados de sus ramas como regalo navideño del recuerdo…
El árbol de amate cayó en diciembre
y nació con el primer retoño de vida
en un mundo destinado a moldearlo
Nació con las primeras generaciones,
se alimentó de las lluvias y del sol,
de los amores verdes que ofrece la fertilidad chalateca
El árbol de amate cayó en diciembre
¡abuelo sabio y próspero que
vuelve a la vida entre risas y llantos!
Su caída se escucha como canto puro en felicidad y amor,
su aroma vuela por todo el pueblo,
es una cicatriz palpitante en este mundo.
El árbol de amate cayó en diciembre
leyenda de varios cuentos y juegos,
parte de un universo recién nacido
tanto que el aire de su despedida
son los cinco pétalos de una blanca flor
El árbol de amate cayó en diciembre
ahora reposo de un pequeño pájaro cantador…