La educación personalizada es una pedagogía personalista y comunitaria, que como su nombre lo indica se fundamenta en la persona, porque es la persona la que ha de lograr el desarrollo de sus facultades con ayuda de sí mismo y del entorno. En el entorno se encuentran al familia y el ámbito escolar quienes son los responsables de ofrecer los momentos e instrumentos adecuados para que el niño y la niña alcancen los objetivos propuestos.
La educación personalizada quiere lograr la liberación del pensamiento fomentando la inciativa y la observación así como el desarrollo de hábitos de sociabilidad y responsabilidad, todo esto como una preparación para la vida, ayudándole al individuo a descubrir los caminos más adecuados para conseguir la realización personal practicando el discernimiento, detectando lo esencial de las cosas y buscando el crecimiento personal interior.
En el desarrollo de esta pedagogía son fundamentales unos principios básicos sobre los cuales se construye la práctica pedagógica y que se ejercitan en los distintos momentos didácticos de la clase: la individualidad, la sociabilidad y la libertad.
El principio de individualidad exige del educador/a, un conocimiento profundo del niño/a, al que debe mirar como un ser único e irrepetible, del que conoce su historia personal, sus límites y capacidades para conducirlo por el camino de la autorrealización. ¿Pero cómo se practica esta principio en el salón de clase? Cuando el maestro/a acepta al niño como es y exige que otros lo hagan, cuando da indicaciones personales y no compara resultados, cuando respeta la diversidad y espera reacciones diferentes en sus estudiantes. cuando potencia las capacidades de cada uno.
El principio de sociabilidad es dual, porque el ser es individual y al mismo tiempo es social. El individuo empieza en sí mismo y tiene potencialidades y limitaciones, con las que juega y se encierra para disfrutar del conocimiento. porque cuando aprende es él o ella frente a él o ella misma. Pero una vez hecho propio el conocimiento, surge la necesidad de compartilo porque existimos en la medida en que existimos para los demás. ¿Cómo se practica este principio dentro del salón de clase? Cuando la maestra/o tiene un medio ambiente preparado con instrumentos de uso común, cuando distribuye pequeñas o grandes responsabilidades hacia los bienes comunes de la clase, fomentando la conservación del material, cuando los estudiantes practican el aprendizaje cooperativo a largo plazo, cuando organiza puestas en común en las que todos comparten lo que han aprendido.
El principio de libertad se concibe como elección responsable, siendo cada uno llamado a ser dueño de los propios actos, juicios y autor del propio progreso, trabajando y creciendo en libertad. ¿Cómo se practica en el salón de clase? Cuando la maestra o maestro orienta a sus estudiantes a través de las tomas de conciencia o contacto y con la práctica de la normalización.
Por Patricia Molina de Salazar